Un menú sencillo, barato y con ideas de platos que atraen al oído. ¿El inconveniente? La ejecución fue mala, el sabor dejaba que desear. Como excepción: los postres. Intuimos que son de cocina ajena.
Una pasada, como se como de bien, da lo mismo rabias, que pulpo, croquetas o la bandeja de boquerones y anchoas de la tierra, así como las carnes y los pescados