Descansar y comer aquí es siempre un placer, principalmente por su profesional servicio. Google le ha dado un 4,4, lo que indica que puedes elegir este restaurante para pasar un rato agradable.
Comer no he comido, bar muy cutre, y trato aún peor. Me pido un café y cuando voy a pagar la señora que me atiende me dice que no puedo pagar con algo de céntimos, que eso no está permitido. Y que pague con visa. Yo le digo que los céntimos de euro si que están permitidos. Entonces se excusa diciendo que llevar los céntimos al banco le causan unos gastos y por eso no los acepta. Le digo que el banco no te cobra por ir a cambiar los céntimos y que además, hay muchas tiendas donde puedes pagar sin haber ni siquiera contado los céntimos. En fin, que la señora, después de esta conversación, me saca el café que me estaba tomando ,y me señala el cartel de derecho de admisión y me echa. Era una señora oriental.