La comida brasileña merece aquí la pena. Merece la pena visitar este café por su sorprendente gat. Puedes pedir unas caseras galletas. Su magnífico capuchino te está esperando en Kopenhagen.
Descansar y comer aquí es siempre un placer, principalmente por su profesional servicio. En este lugar, los invitados disfrutan de un distendido ambiente.